jueves, 31 de julio de 2008

Mis burbujas

Si habitásemos en protectoras burbujas en las que abrir el corazón no implique ninguna consecuencia, sobre todo emocional, gritaría sin reparo alguno que aún te amo, te abrazaría con vehemencia, intentando recordar la noche en que nos dimos el primer gran beso verdadero de nuestras vidas.

Tal vez por ese amor intenso que algún día nos profesamos, es que hoy, luego de sortear tantos caminos inciertos, tantas mentes vacías, tantos cuerpos fríos, tantas soledades febriles, tantos llantos escondidos, es que no logro olvidarte.

Aún así, y como siempre te canté, el amor no es suficiente para mí, siempre hay más. El amor es sólo una parte. Quizás la más importante, pero amor sin verdad y sin respeto no es el amor que yo busco.

Por eso evito, a veces sin éxito, perderme en esa burbuja, diciéndote todo lo que siento, intentando no pensar más allá de lo que la razón me permite, maldita costumbre.

Sé que sientes lo mismo, y que también te pierdes en alguna otra burbuja, diciéndome cosas que tu sonrisa delata cuando ahora nos vemos y reímos. Sé que aún lloras cuando te sientes sola, cuando extrañas ser feliz, cuando mueres por decirme las cosas que no me dices, y haces bien.

Y sé que ahora sólo podemos ser amigos, siendo así la única forma en la que podemos seguir juntos.

Por eso te escribo hoy, porque ya no te lo puedo decir más. Porque hemos decidido tácitamente alejarnos y renunciar a una dependencia emocional que nos encadenaba ciegamente.

Quizás, hubiese sido mejor hacernos daño deliberadamente y así tener justificación para quebrar el pasado. Quizás, porque fue todo lo contrario, es más difícil olvidar.

Te quiero, y espero que seas realmente feliz. Que encuentres un amor que te merezca y que no pares de crecer.

Y si algún día piensas en mí, me encantaría que lo hagas con esa preciosa sonrisa dibujada entre esos hoyitos, con los ojos brillosos embriagada de felicidad, linda y jodida, como siempre te recordaré.

say no more